EL AMOR

El sentimiento del amor

Pero, ¿qué es esta emoción tan intensa que invade nuestro ser cuando vemos o pensamos en una persona en particular? Es el sentimiento del amor. ¿Cómo se manifiesta? ¿Por qué es tan bueno? ¿Puede durar toda la vida? Te mostramos las aclaraciones sobre este misterio de la naturaleza tan excitante… Una afección profunda El amor se puede definir como una afección profunda que empuja a la persona que la siente a buscar una proximidad con el ser amado. Por supuesto, la intensidad varía según la persona, es decir, puede ser débil, fuerte o incluso obsesiva, difícilmente controlable. El amor naciente se manifiesta por numerosos signos que no engañan, como palpitaciones, un nudo en la garganta, sudor en las manos, o incluso una inmensa felicidad que nos invade al pensar o ver a la persona deseada. Esto es lo que permite distinguir el amor y la amistad. Los mecanismos del amor Los psiquiatras y psicoanalistas van más lejos: el sentimiento del amor no se desarrollaría por casualidad, sino que nuestro inconsciente escogería la persona con quien desea desarrollarse. Una fisonomía, una voz, un gesto… Estos elementos reanimarían recuerdos afectivos enterrados, como el vínculo de fusión con la madre, como un tipo de regresión salvadora. Porque es bien sabido, en un estado amoroso, las emociones se intensifican, la euforia y la dependencia se desarrollan y la realidad se vuelve mucho más bonita, es como soñar despierto… Es tan frecuente que nuestra mirada y nuestro oído sólo se centran en cosas que responden a nuestras expectativas. Entonces, tendemos a minimizar los defectos del otro y a proyectar nuestros ideales y nuestros deseos sobre él. Por otra parte, ¿no se dice que el amor es ciego? Este sentimiento también puede modificar nuestro comportamiento: nos volvemos mucho más tolerantes y pacientes con la persona deseada. Freud decía de ciertas mujeres con pérdida de autoestima que podían cambiar totalmente de personalidad y de intereses con cada compañero nuevo…